...O serían jueces en el mejor de los casos.
¿Lo recuerdan?: Aquel que frecuentaba Espartacus, que quedó involucrado en un confuso episodio de prostitución gay que incluía a jefes policiales e incluso un intento de homicido donde, Garbellano, quien regenteaba el lugar, sufrió un atentado donde fue blanco de unos cuantos tiros y, dandolo por muerto, lo arrojaron a una zanja. Este hecho colocó al magistrado al borde del juicio político, del que pudo zafar gracias a la mayoría menemista en el Senado quienes, antes de despedirse en 1999, lo mantuvieron en su cargo sin ningun tipo de investigación previa.
Tiempo después volvió a tomar una importante relevancia publica puesto que fue uno de los jueces que investigó las cuentas de Menem en Suiza y, para quienes no recuerdan, volvió a ser parte del bochorno ya que mandó unos cuantos exhortos a jueces Suizos para que investiguen dichas cuentas y siempre se los rebotaban puesto que estaban mal hechos, a tal punto que el propio gobierno suizo cursó, oficialmente via cancillería, un ofrecimiento para que el Juez en cuestión viaje a Suiza a realizar un curso para enseñarle como redactar oficios, aunque parezca mentira, esto es cierto. Luego también tuvo a su cargo la investigación preliminar por las coimas en el senado y fue quien, inteligentemente, anunció a los periodistas en conferencia de prensa un viernes, que el lunes siguiente harían un allanamiento en la casa del ex Senador Cantarero, aviso que seguramente sirvió para modificar el expediente y por el cual también fue ampliamente criticado, ahora bien, desde una perspectiva netamente jurídica, me parece desacertado asimilar los crímenes cometidos por la triple A con los cometidos por las FFAA al usurpar el poder desde el 24 de marzo de 1976. La tipificación de los crímenes de lesa humanidad no encaja a los cometidos por la triple A, ni haciendo todos los esfuerzos jurídicos de interpretación posibles, no es casual entonces que sea este magistrado quien pudiera haber conseguido tal milagro.
El suponer que esta organización para policial formaba parte de un plan de exterminio dirigido desde el estado mismo basandose solo en que "al allanar el ministerio de desarrollo social cuando fue destituido Lopez Rega se encontraron grandes cantidades de armas que lejos estan de justificar su existencia en la seguridad personal del entonces Ministro" es un absurdo.
Mas allá de lo repudiables que sean los crímenes cometidos por la triple A, son delitos comunes que están prescriptos, no creo, salvo intervención política (el famoso teléfono que todo lo consigue) que pueda ser ratificada en las instancias superiores de la justicia. Esto no quita la autocrítica que quepa a quienes les corresponda, puesto que la triple A actuó con la misma violencia con que Montoneros mató a Rucci y otras personas.
No soy partidario de la judicialización de la política ni de la politización de la justicia, pero me parece que entre los crímenes cometidos por la triple A al igual que los cometidos por Montoneros y las otras facciones armadas del peronismo, lo único que consigue es hacer el caldo gordo a lo que fue posteriormente el proceso iniciado en marzo del '76, no me reconcilio con ningun genocida, no me olvido ni los perdono tampoco, pero la interpretación caprichosa de la realidad política mucho no ayuda a la verdad procesal que debe imperar en un expediente judicial.
Posiblemente la triple A se haya financiado con recursos desviados desde el estado pero ello no es equiparable a un plan sistemático de exterminio como el que posteriormente se realizó, de hecho, los ministros que pertenecían a la tendencia tambien desviaban fondos de sus respectivas cajas para bancar sus propias orgas (armar listas en gremios, compra de armas, publicaciones, etc) y a los compañeros que debían pasar a la clandestinidad, pero ello, a lo sumo, es una malversación de caudales públicos e incumplimiento de los deberes de funcionario público pero nunca un crímen de lesa humanidad ni me parece que constituya un genocidio.
Para finalizar, omite el juez algunos principios procesales que hacen suponer una intervención política en la causa, a saber: se reabre sin denuncias o hechos nuevos, direcciona caprichosamente la causa hacia Isabel Martinez, Ruckauf y Cafiero cuando, a rigor de verdad, ni Cafiero ni Ruckauf eran Ministros al momento de ratificar los decretos, en el cual figura la firma de las siguientes autoridades:
María Estela de Perón - Presidente de la Nación / Alberto L. Rocamora - Ministro del Interior e interino de Justicia / Oscar Ivanissevich: Ministro de Educación / Alberto J. Vignes: Ministro de Relaciones Exteriores y Culto / Adolfo M. Savino: Ministro de Defensa / José López Rega: Ministro de Bienestar Social / Alfredo Gómez Morales: Ministro de Economía / Ricardo Otero: Ministro de Trabajo.
La nota política sería que muchos de quienes integraron Montoneros y las otras organizaciones armadas peronistas, reconozcan que de hecho, NO ERAN PERONISTAS y solo intentaron "copar" el movimiento y "cagar" al viejo, hecho que claramente no sucedió y por ello actuaron como lo hicieron y hoy tienen, para con todo lo relativo a Perón, una insanable urticaria que, 30 años despues, no cesa.
SI A LA VIDA, NO A LAS PAPELERAS
NO SE OLVIDEN DE JORGE JULIO LOPEZ